miércoles, 19 de septiembre de 2012

FELICIDADES PAPÁ





Habían pasado 19 días del mes de Septiembre del año veinticuatro cuando nació mi padre. Ocurrió en Aranjuéz porque allí trabajaba mi abuelo, enseñando. Su hijo dedicó mucha parte de su vida a enseñar y para hacerlo bien, y él lo hacía, hay que leer porque leer te enseña a redactar, te enseña ortografía, te enseña países lejanos y ciudades perdidas, te ayuda a dormir, te quita el aburrimiento y mantiene tus neuronas vivas.
Mi padre era un lector nato. Además de leerlos, los coleccionaba y los que compró pero aún no había leído,  le esperaban colocados por temas en alguna de las muuuuuchas estanterías que rodeaban su vida.
En su mesilla de noche siempre había 2 o 3 que leía a la vez. Soy incapaz de pensar en mi padre sin que haya un libro en sus manos, en su mesa, en su coche o en el despacho y sus gafitas de lectura apoyadas al final de la nariz. Si aún viviese, hoy 19 de septiembre, le regalaría un libro. !Lástima que ya no esté!
Se quedan demasiadas cosas pendientes de hacer y de decir, de vivir y de compartir cuando quieres darte cuenta de que tus padres se han ido para siempre. Hoy como regalo hacia él que ya marchó, quiero proponer a todo el que lea ésto que dedique un tiempo extra a esos viejitos a los que llamamos padres, que a veces nos agobian  y que de repente, si , de repente ya no están. Felcidades Papá.

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